El arte y el poder del manejo de los sistemas o soportes informáticos, dejan un sin fin de posibilidades y avances tecnológicos a merced del ámbito jurídico...
Desde la antigüedad, la humanidad ha encontrado diferentes soportes y técnicas para comunicarse e informarse por escrito, a pesar de que la escritura a través del tiempo ha experimentado diferentes etapas y modalidades antes de constituirse como hoy la conocemos. Por lo tanto, con el empleo de la escritura según Mowshowitz1 surgió la posibilidad de plasmar información en artefactos, de manera que esta capacidad de almacenar la información fuera del hombre, proporcionó la iniciada tecnología para una memoria colectiva que trascendiera en el tiempo y en el espacio. A partir de esta definición, se puede hacer una comparación en el tiempo en las que la sociedad actual no puede prescindir del uso de las tecnologías de información, pues esta permite acceder, procesar y distribuir informaciones que estén en sintonía con el desarrollo acelerado de la sociedad.
Como resultado, seis siglos después de la invención de la imprenta, irrumpen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el cual son todas aquellas herramientas y programas que tratan, administran, transmiten y comparten información mediante soportes técnicos, y con ellas florecen nuevas metodologías que abarcan y forman parte de un gran número de sectores, es por ello, que surge la necesidad de introducir las TIC en el sector de la Administración de Justicia, con el fin de aumentar el nivel de productividad y calidad de la labor de las instituciones de dicho sector, agilizar los procesos y reducir los costos operacionales. Se puede constatar, que en la Administración de Justicia, el Estado tiene un papel central, ya que es quien debe articular las políticas en distintos planos, para que la incorporación de las TIC en el sistema de justicia, sea posible. Por éste motivo, La República de Argentina, durante las últimas décadas ha tenido importantes avances en la informatización de la gestión judicial de diferentes aspectos, en las que, tales informaciones se encuentran condensadas en determinados sitios web, el cual representan un avance significativo. Con relación a esto, el Dr. Luis Lutz 2, explica “La gestión procesal se opera a través de un sistema de gestión denominado “Lex Doctor, Versión 9.0 en línea”. Todos los tribunales de la Provincia, sean unipersonales o colegiados, procesan las causas y publican por ese medio y los abogados pueden hacer los seguimientos desde sus bufetes”. Además, en la justicia federal de Argentina existe un sistema que racionaliza las decisiones judiciales en casos de indemnizaciones por daños y perjuicios, apoyados por un sistema informático 3, que permite acceder a sentencias de juzgados civiles. Esto yace, en la necesidad de que funcione la Administración de Justicia bajo los principios de eficacia y eficiencia, con la finalidad de conseguir mejorar el acceso a la justicia, incrementar la confianza en quienes representan dicha administración, y la resolución de conflictos o la agilización de los procesos.
En este mismo orden de ideas, el sistema Lex-Doctor, fue creado para abogados, donde éstos pueden su causa por internet y leer los escritos que produce el tribunal, aunque hay indicios de que el mismo ya se encuentra en desuso desde hace dos años.
Cabe destacar, que entre los usos de las TIC en la Administración de Justicia varia, además del diseño, el sitio web, la firma digital, la incorporación de registros audiovisuales, el servicio de consulta en línea de la doctrina legal obligatoria y jurisprudencia, la notificación electrónica, entre otros. De modo que, de éstas se pueden desprender a futuro ciertas necesidades del sistema judicial que implique la amplificación de contenidos y manejos para satisfacer diversas áreas, ya que es posible que se pueda reducir la duración de los litigios, y aquellas que de una manera u otra, permitan adquirir nuevos conocimientos para el desarrollo de aptitudes y habilidades de las personas interesadas en éste, aunque, es necesario que exista una medio electrónico entre el abogado y aquellos que estén relacionados (jueces o fiscales) en un caso determinado, empleándose el proceso comunicativo rápido, que ahorre el desplazamiento del abogado hasta el juzgado, basándose éste argumento en las palabras del Dr. Luis Lutz 2, que ejemplifica el que las partes y sus abogados pueden recibir información por correo electrónico de cómo evoluciona su proceso judicial, cada vez que se emite un nuevo proveído.
En contra parte, Héctor Chayer4, un argentino, Manifestó la ineficiencia de las páginas web de la administración de justicia, en las que describe que los correos, en su mayoría no son respondidos, las opciones de ayuda en línea se encuentran de una manera desordenada y poco profesional, estableciendo comparaciones entre las páginas de otros países con mejores avances tecnológicos, e incluso argumenta que todo lo que se realice en cuanto a las transacciones de información, fijar audiencias, comunicarse con el tribunal que lleva la causa, pedir o recibir algo, hay que esperar como mínimo una semana, de hecho hasta para sacarle copia a un expediente en tribunales con previa solicitud escrita. En consideración con estos argumentos, se desenlaza una flecha que apunta directamente al Estado como responsable de tal deficiencia, ya que, si lo que se busca es que la implementación de las TIC sea un proyecto exitoso es necesario efectuar una serie de gestiones que permitan la organización del mismo, aunado a la dotación de los materiales o herramientas tecnológicas necesarias que puedan funcionar en el cumplimiento efectivo los fines trazados, no viceversa, puesto que las inversiones empleadas en el mismo, no tendrían un uso significativo, es decir, generaría pérdidas.
Sin embargo, se puede reconocer que la tecnología o la aplicación de las TIC, no pueden resolver los problemas que podrían aquejar a la justicia, que por tanto las nuevas tecnologías deben ir acompañadas de otras medidas complementarias para modernizar o replantear normas que sirvan al personal de los juzgados y tribunales para el continuo ejercicio profesional.
Por otro lado, el uso de las TIC en la Administración de Justicia de Argentina y da origen a un impacto de transformación o cambio tanto en la sociedad, como en el sistema en sí, por las que la implementación de las Técnicas de la Información (TIC), pasaría a ser la herramienta básica que le permite a la Administración de Justicia de la República de Argentina, desarrollar o avanzar en cuanto a las fuentes de información dirigidas a la nación y en las actividades o funciones que deben cumplir, siempre y cuando el Estado dé garantía de la implementación eficiente de que tales herramientas tecnológicas que puedan impulsar o refundar las bases informativas del sistema judicial argentino, y dejarlas al alcance de sus ciudadanos de una manera positiva.
________________________________________________________________________________________________________________________ 1-Mowshowitz A. One the market value of information commodities. JASIS 1991; 43 (3): 239 240. 2-Dr. Lutz. L. Presidente de la Comisión de la Información de la Gestión Judicial. 3-Sistema de Justicia de Argentina (fecha desconocida) [Disponible en:] www.iijusticia.edu.ar 4-Autores Varios (2010) Publicación Semestral del Centro de Estudios de Justicia de las Américas [Revista en línea], Consultado el 10 de noviembre de 2014 en: http://sistemasjudiciales.org/content/jud/archivos /revpdf/78.pdf